Cuando una persona en Chile piensa en viajar o iniciar un proyecto en Estados Unidos, lo más común es que postule a la visa B1/B2, también conocida como visa de turismo y negocios. Es, de hecho, la visa más solicitada… y también la más rechazada. Esto no es opinión, sino una realidad respaldada por estadísticas del propio Departamento de Estado de EE.UU.
Cada año, la Bureau of Consular Affairs publica datos sobre cuántas visas se otorgan y cuántas se rechazan. En el año fiscal 2023, los números para ciudadanos chilenos fueron los siguientes:
Tipo de Visa | Solicitudes | Emitidas | Rechazos estimados | Tasa de rechazo |
---|---|---|---|---|
B1/B2 (Turismo/Negocios) | 29.331 | 25.987 | 3.344 | 11.4% |
F1 (Estudiantes) | 1.263 | 1.097 | 166 | 13.1% |
J1 (Intercambio) | 815 | 774 | 41 | 5.0% |
H1B (Trabajo especializado) | 118 | 115 | 3 | 2.5% |
O1 (Habilidad destacada) | 64 | 63 | 1 | 1.5% |
El rechazo de la visa B1/B2 se debe en gran parte a factores que, si bien parecen menores, tienen un gran peso consular. Uno de los más frecuentes es la falta de arraigo: no demostrar vínculos sólidos con Chile, como trabajo estable, estudios vigentes, bienes raíces o familia directa a cargo.
Otro factor crítico es la sospecha de intención migratoria: cuando el oficial consular duda, aunque sea levemente, de que regresarás a Chile. Esto da pie a la aplicación de la Sección 214(b) del INA, la cláusula más temida por quienes postulan sin preparación.
También son comunes los rechazos por información inconsistente o documentación débil. Errores en el formulario DS-160, respuestas confusas en la entrevista, o simplemente la falta de asesoría adecuada pueden poner en jaque una postulación aparentemente simple.
Un punto especialmente delicado son los procesos judiciales, antecedentes penales o causas pendientes. A menudo se piensa que al no haber condena, o al haberse “limpiado” el registro en el sistema chileno, la información no es accesible. Sin embargo, como profesional que trabaja también en el análisis de antecedentes penales, puedo afirmar que ese enfoque es incompleto.
Más de alguna vez, personas con casos aparentemente simples han sido rechazadas por antecedentes que no fueron correctamente identificados o gestionados. En este tipo de escenarios, realizar una revisión previa, con conocimiento técnico y experiencia consular, permite anticiparse a estos obstáculos y evitar rechazos evitables.
Una evaluación temprana del perfil del solicitante puede marcar una gran diferencia. No se trata de adivinar si funcionará o no, sino de revisar con criterio legal lo que verdaderamente se está presentando ante el sistema migratorio estadounidense. Quienes han pasado por este tipo de análisis comprenden la importancia de ir bien preparados, con una estrategia sólida y sin puntos ciegos.
En mi experiencia como abogado dedicado al área migratoria y con más de 1.300 procesos asesorados, he constatado que muchos rechazos se habrían evitado con una simple conversación previa y bien orientada.
Para quienes lo consideran oportuno, existe la posibilidad de agendar una reunión preliminar, sin costo, para revisar el caso y orientar correctamente los próximos pasos.